La iniciativa pretende apoyar proyectos de servicios y empresas de economía social
Un proyecto con un mínimo de dos personas, que sean mayores de edad y que traigan bajo el brazo un proyecto empresarial viable en lo técnico y lo económico. Esos son los únicos requisitos que se exigirán para entrar en Acelera, una cooperativa de emprendedores que pone en marcha Asata en el edificio de Cristasa con el apoyo del Centro Municipal de Empresas (Gijón Impulsa). Acelera se presenta, o por lo menos así lo hizo Ruperto Iglesias en nombre de Asata, como una “cooperativa de servicios sin ánimo de lucro que quiere fomentar la iniciativa empresarial y ayudar a los emprendedores a minorar el riesgo porque antes de decidir qué van a hacer pueden testar ese proyecto desde el punto de vista de la realidad del mercado. Saber si es viable en la práctica lo que parece viable en el papel”.
Si el consejo rector de Acelera considera que el proyecto es viables sus promotores pueden incorporarse a la cooperativa como socios usuarios. Son 50 euros de entrada, que se devuelven al pedir la baja, y 10 euros al mes. La relación se termina cuando el proyecto empresarial ya está en disposición de volar por su cuenta “con la fórmula jurídica que se quiera aunque nosotros trataremos de que sea una cooperativa o una sociedad laboral porque defendemos la economía social”, explicó el presidente de Asata (Agrupación de Sociedades Asturianas de Trabajo Asociado y Economía Social). Y que sea en Gijón.
Acelera abogará por empresas de economía social y se centrará en el sector servicios. A la hora de perfilar los proyectos que tienen cabida en esta cooperativa se hace hincapié en “ideas que no supongan una inversión elevada con un nivel de riesgo aceptable y actividades que no necesiten el uso de un local comercial”.
Iglesias también puso en valor lo que no es Acelera. “No es una cooperativa de facturación, no es un alternativa al régimen de autónomos y no da cobertura legal a iniciativas que mantenga a sus socios en precariedad económica. Es un instrumento de apoyo al emprendimiento colectivo y un sistema de quitar miedos. Saber que hay agua en la piscina antes de tirarse a ella”.
Fuente: La Nueva España